Our website use cookies to improve and personalize your experience and to display advertisements(if any). Our website may also include cookies from third parties like Google Adsense, Google Analytics, Youtube. By using the website, you consent to the use of cookies. We have updated our Privacy Policy. Please click on the button to check our Privacy Policy.

U.S. sanctions ICC following Israel warrant controversy

https://ichef.bbci.co.uk/news/1536/cpsprodpb/9f5e/live/ad1a9f90-e4c8-11ef-8a40-954a179da503.jpg.webp

Trump Impone Sanciones al CPI por Ordenes de Arresto Contra Líderes Israelíes

El ex presidente de EE.UU., Donald Trump, ha firmado una orden ejecutiva para aplicar sanciones al Tribunal Penal Internacional (TPI), acusándolo de participar en “acciones ilegítimas y sin fundamento” contra Estados Unidos y su aliado, Israel. Esta medida se toma como respuesta a la reciente decisión del TPI de emitir órdenes de arresto contra el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu y el ministro de Defensa Yoav Gallant por presuntos crímenes de guerra en Gaza, acusaciones que Israel rechaza. El tribunal también ha emitido una orden para un comandante de Hamás.

Former U.S. President Donald Trump has signed an executive order imposing sanctions on the International Criminal Court (ICC), accusing it of engaging in “illegitimate and baseless actions” against the United States and its ally, Israel. The move comes in response to the ICC’s recent decision to issue arrest warrants for Israeli Prime Minister Benjamin Netanyahu and Defense Minister Yoav Gallant over alleged war crimes in Gaza, which Israel denies. The court also issued a warrant for a Hamas commander.

The executive order imposes financial and visa restrictions on individuals and their families who assist in ICC investigations targeting American citizens or allies. The measure is a continuation of Trump’s previous stance against the ICC, which he has repeatedly criticized for what he perceives as overreach and bias against the United States and Israel.

El TPI, con sede en La Haya, fue creado en 2002 para enjuiciar a individuos por crímenes de lesa humanidad, crímenes de guerra y genocidio. Funciona bajo el Estatuto de Roma, un tratado internacional ratificado por más de 120 países. No obstante, tanto Estados Unidos como Israel no son miembros del TPI y han rechazado constantemente su jurisdicción sobre sus funcionarios o ciudadanos.

La reciente decisión del tribunal de emitir órdenes de arresto contra Netanyahu y Gallant ha provocado una fuerte reacción de Estados Unidos e Israel. La Casa Blanca condenó la medida, argumentando que establece una “vergonzosa equivalencia moral” entre Hamás e Israel. La administración sostiene que Israel tiene derecho a la autodefensa y acusa al TPI de ignorar las amenazas de Irán y de grupos contrarios a Israel.

Respuesta de EE.UU. y Sanciones Anteriores

La orden ejecutiva firmada por Trump afirma que las acciones del TPI “establecen un precedente peligroso” que podría exponer a los funcionarios estadounidenses a “hostigamiento, abuso y posible arresto”. Se argumenta que tales medidas socavan la soberanía de EE.UU. y su capacidad para llevar a cabo una política exterior de manera efectiva. Esta no es la primera vez que Trump actúa contra el TPI; durante su primer mandato, impuso sanciones a funcionarios del TPI que investigaban si las fuerzas estadounidenses cometieron crímenes de guerra en Afganistán. Estas sanciones permitieron a EE.UU. congelar los activos de los empleados del TPI y prohibirles ingresar al país.

La CPI respondió condenando estas medidas, declarando que las sanciones representaban un “intento inaceptable de interferir con el estado de derecho”. La corte ha defendido constantemente su independencia, integridad e imparcialidad frente a presiones políticas externas.

The ICC responded by condemning these measures, stating that the sanctions represented an “unacceptable attempt to interfere with the rule of law.” The court has consistently defended its independence, integrity, and impartiality against external political pressures.

Reactions to Trump’s Move

The sanctions against the ICC have been met with mixed reactions. Arab leaders, human rights organizations, and the United Nations have strongly criticized the executive order, arguing that it undermines international justice and accountability. Meanwhile, the Biden administration has also voiced opposition to the ICC’s arrest warrants for Israeli leaders. President Joe Biden called the court’s decision “outrageous” and reaffirmed that there is no moral equivalency between Israel and Hamas.

Declaraciones de Trump sobre Gaza

Trump’s Statements on Gaza

Sus comentarios generaron interrogantes sobre el destino de los dos millones de residentes de Gaza, sin una indicación clara de si se les permitiría regresar. La Casa Blanca intentó aclarar las declaraciones, con la Secretaria de Prensa Karoline Leavitt afirmando que cualquier desplazamiento de los habitantes de Gaza sería temporal. El Secretario de Estado, Marco Rubio, añadió que los residentes podrían irse por un período “interino” mientras se lleva a cabo la reconstrucción.

A pesar de estas garantías, los comentarios de Trump han sido ampliamente condenados por líderes árabes, organizaciones de derechos humanos y entidades internacionales, quienes argumentan que el desplazamiento forzado violaría el derecho internacional. Las Naciones Unidas han advertido sobre cualquier acción que pueda agravar la crisis humanitaria en Gaza.

Despite these reassurances, Trump’s remarks have been widely condemned by Arab leaders, human rights organizations, and international bodies, who argue that forced displacement would violate international law. The United Nations has warned against any actions that could exacerbate the humanitarian crisis in Gaza.

Trump’s executive order targeting the ICC represents a significant escalation in the U.S. government’s opposition to the court’s actions against Israeli leaders. While the move reinforces Washington’s commitment to protecting its allies, it has also sparked international criticism for undermining global efforts to hold individuals accountable for war crimes. As tensions in the Middle East continue to rise, the debate over the ICC’s role and jurisdiction remains a highly contentious issue in global politics.

By Thomas Greenwood